En la última semana, se filtró en la prensa un borrador del programa que el Gobierno cerraría con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para 2022, se prevé una economía creciendo al 3,5-4,5% anual con el IPC desacelerándose al 38-48%. Lo primero resulta posible de lograr si se considera que el arrastre estadístico para el corriente año se ubicaría en 4,1%. En tanto, la meta de inflación luce muy optimista en comparación a las expectativas de mercado.

En cuanto al déficit primario, se espera reducirlo a 2,5% desde 3% del PIB en 2021 gracias al recorte de subsidios energéticos en 0,6% del producto. Las diferencias con el Fondo acerca de cómo será alcanzado este último punto continúan postergando llegar al Staff Level Agreement. Adicionalmente, el rojo fiscal sería mayormente financiado por el mercado doméstico, por lo que la tasa de rollover del Tesoro debería promediar 123% para obtener fondos frescos por 2 puntos del PIB.